En plena Reserva Natural de Sian Ka’an, junto a la laguna de Muyil, situada al norte de la reserva, se encuentra el yacimiento arqueológico de mismo nombre que muestra cómo era un poblado en la época clásica maya. Se trata de un asentamiento mucho más humilde que el de Chichén Itzá, pero no por ello menos impresionante, pues la espesura de la selva y la laguna próxima harán la excursión mucho más interesante.
Siguiendo los senderos marcados y acompañados de expertos guías locales, se podrán observar casas de aquella época, un pequeño templo escondido entre la maleza, pero la pieza clave de la visita, será el castillo piramidal dedicado a la diosa Ixchel de la fertilidad, una enorme estructura que se abre paso en medio de un claro de la selva con 17 metros de altura. Se dice que antiguamente se traían a los bebés a este templo para ser bendecidos por la diosa. Finalmente, el asentamiento se abandonó por culpa de las sequías.
Para acabar la visita es muy recomendable dar una vuelta en barca por la laguna de Muyil y recorrer los canales, entre manglares, que comunican con la laguna colindante de Chunyaxché. Y, cómo no, un buen chapuzón en sus aguas será el refrescante punto final de esta visita.
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